Cállate y bésame, con pasión. Dame uno de esos besos que solo tu
sabes dar.
Quiéreme, como nadie lo a echo en mi vida.
Acaríciame, erizando mi piel.
Tócame, activando todos y cada unos de mis sentidos.
Susúrrame al oído, dedicándome tus palabras.
Abrázame, como si el mundo se acabara ahí fuera.
Mírame, clávame tu mirada como un puñal de fuego helado.
Piénsame, piensa en
mi sonrisa y en cada curva de mi piel.
Tan solo quiéreme, de verdad, sin remordimientos.
Tan solo quiéreme, de verdad, sin remordimientos.